1.2.2.- Derecho Constitucional
y la Distribución de funciones:
Por José Antonio Apipilhuasco Ramírez
Objetivo: Conocerá la
distribución de funciones y los órganos que la componen:
A.- Instrucciones: Lea el
siguiente texto atentamente y pase después a realizar las instrucciones de la
segunda parte:
LA DISTRIBUCIÓN DE
FUNCIONES Y EL EJECUTIVO.
La Distribución de funciones fue
una teoría filosófico política creada en la Ilustración Inglesa y perfeccionada
en la francesa. En el siglo XVIII sólo existían reyes totalitarios que bajo la
justificación de que el poder les había sido entregado por la divinidad
mediante la ceremonia de Coronación Real, abusaban de su gobierno sobre las
personas de su reino, pues consideraban que el provenir el pode original de
Dios, sólo se lo debían a éste y sólo a éste tendrían que rendir cuentas de su
desviación de poder o actos corruptos y no al pueblo.
Sectores poblacionales cultos,
durante el feudalismo, integrados fundamentalmente por burgueses y nobles,
terminaron hartos de que el Monarca bajo el pretexto de su poder divino abusara
de ellos al ser sometidos a la imposición de altos impuestos, sanciones
criminales inusitadas, otorgando amnistías injustas, denegarles la impartición
de justicia a capricho entre muchas otras.
Esto ocasiono en primer término
que pensadores como John Locke o Montesquieu analizarán el fenómeno del poder
del Rey y criticarán que se sostuviera divinamente. Los pensadores ilustrados
concluyeron que el rey no tenía ningún vínculo con la divinidad, ni por
nacimiento ni por delegación de ese poder, sino que el Rey era hombre como
cualquier otro y por lo tanto debía rendir cuentas a los hombres quienes lo
habían elevado al cargo de gobernante cuando ese rey abusaba de sus funciones.
Esta visión novedosa condujo
también a éstos pensadores a preguntarse si existirían o no mejores formas de gobernar al pueblo que la monarquía y se
cuestionaron cuáles serían los mejores sistemas para gobernar al pueblo de tal
manera que esos nuevos sistemas generaran justicia y libertad en favor de la
población.
John Locke comenzó a elaborar las
bases de la distribución de funciones, mismas que más tarde serían
perfeccionadas por Montesquieu.
Al estudiar cuales eran las
actividades que el rey realizaba para regir al Estado, dedujo que en Inglaterra
estas se distribuían en tres grandes grupos: las funciones normativas, las
funciones de jurisdicción y las funciones de administración y gobierno.
Así, John Locke concluyó que la
concentración de estas tres actividades esenciales en la persona del Rey eran
las que hacían a éste último totalitario y abusivo. Por lo tanto, lo ideal era
crear un modelo de gobierno ideal y que ya se practicaba en la Inglaterra de su
tiempo, gracias a que el pueblo se revoluciono en dos ocasiones e impuso
lentamente al Monarca la obligación de aceptar a un Congreso de dos Cámaras y
de observar una especie de Constitución primitiva denominada “Bill of rights” o
“declaración de Derechos”
Más tarde Montesquieu en Francia,
preocupado por los mismos problemas se dio a la tarea de estudiar a los
filósofos utópicos de su época como John Locke para corregir los vicios y
corruptelas de la monarquía Francesa.
Como resultado Montesquieu
recupero la obra de John Locke y la perfecciono, considerando que para hacer
efectiva la Constitución, era necesario primero que el pueblo se diera cuenta
que el poder no provenía de ningún dios o creador, pues en realidad la ciencia
no demostraba su existencia.
También estimo que por lo tanto
era necesario que el pueblo se educara y percatara que el Poder proviene del
propio pueblo y que es éste quien elige gobernante, lo tolera, consciente o le
exige y reclama el cumplimiento de las normas.
También considero que el pueblo
tendría que reconocer que debía vigilar al gobernante para hacerle respetar
normas básicas fundamentales consagradas en una constitución. E igualmente el
pueblo tendría que reconocer que al no poder ejercer todos sus integrantes el
poder, tendrían que elegir órganos con competencia constitucional para el
efecto.
Es Montesquieu quien afirma por
lo tanto que se debe reconocer que el Poder es uno, proviene del pueblo y el
pueblo lo debe ejercer para sí y que el pueblo puede en cualquier momento
modificar el ejercicio del poder a voluntad.
Pero que al no poder el pueblo
ejercerlo simultáneamente, ese poder debería ser depositado en gobernantes
provenientes del propio pueblo.
Las funciones que ejercerían esos
órganos de poder serían las tres planteadas por John Locke: legislativas,
ejecutivas y jurisdiccionales; y se depositarían entres órganos separados: el
congreso, un titular de la administración y en un tribunal supremo
respectivamente.
A esto es a lo que se le conoce
como distribución de funciones, mal llamada en nuestros días división de
poderes, pues como ya se comentó, el poder sólo es uno, proviene del pueblo y
es para el pueblo, pero se le distribuye en tres funciones para que no se
totalice en una sola persona y se cometan los abusos que el rey totalitario
solía cometer.
Esta, la distribución de
funciones, escribiría John Locke es la mejor forma de garantizar la máxima libertad
de las personas y evitar que el ejercicio del poder se corrompa.